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Es uno de los tratamientos estéticos más demandados entre los famosos para rejuvenecer, pero conviene conocer todos sus secretos.
El tratamiento con toxina botulínica (conocido popularmente como bótox) es uno de los más demandados, no solo en Estados Unidos, país donde es bastante frecuente, también en España. Esto a pesar de que hemos visto cómo algunos famosos han salido escarmentados del uso abusivo del bótox y han llegado a arrepentirse y prometer que nunca más lo van a utilizar: Nicole Kidman, Cameron Diaz, Courteney Cox, Kim Kardashian, entre otras.
Hemos hablado con varios expertos para conocer todos los secretos del bótox, una información que conviene conocer antes de someternos a los pinchazos.
¿Qué es?
La toxina botulínica (el bótox) es una proteína que actúa relajando la musculatura y que empezó a utilizarse como medicamento en 1980.
¿Para qué sirve?
En estética el bótox se utiliza para bloquear los impulsos nerviosos, lo que se traduce en una reducción de la contracción muscular y en consecuencia, las líneas de expresión y las arrugas se van suavizando hasta desaparecer.
¿En qué consiste el tratamiento con bótox?
El doctor Francisco Gómez Bravo, director de la Clínica Gómez Bravo y experto cirujano plástico, nos explica que el bótox «se inyecta en cantidades minúsculas con una aguja muy fina en los músculos del rostro cuya actividad es excesiva, para relajarlos, y difuminar y prevenir la aparición de arrugas de expresión o suavizar las arrugas estáticas. Es imprescindible que el especialista tenga profundos conocimientos de anatomía facial y de correcta administración del mismo, ya que de ello va a depender la consecución de un resultado más natural». El tratamiento con bótox no requiere anestesia, es un procedimiento ambulatorio, que no deja cicatrices ni es doloroso.
El bótox se inyecta en los músculos del rostro para relajarlos, y difuminar y prevenir la aparición de arrugas.
¿En qué zonas se puede aplicar el bótox?
El doctor Pierre Nicolau nos cuenta que el bótox permite tratar las arrugas del rostro, en concreto:»en la frente, la ‘arruga de león’ entre los ojos y en el centro de la frente, las ‘patas de gallo‘ en el ángulo de los párpados y las líneas de vejez en los ángulos de los labios«. Además, el bótox se puede aplicar también en las cuerdas musculares del cuello.
¿Cuántas aplicaciones son necesarias para ver sus efectos?
En general solo es necesaria una única sesión y los resultados se aprecian a partir del tercer día de la aplicación.
¿Cuánto tiempo duran los efectos del bótox?
Entre cuatro y seis meses, momento en el cual se aconseja repetir el tratamiento para potenciar los buenos resultados, ya que según nos cuenta Leticia Carrera, directora técnica de los centros Felicidad Carrera, «la toxina actúa a largo plazo ‘educando’ a los músculos a que se contraigan con menos fuerza y se suavicen las arrugas. No es necesario esperar un tiempo específico, tras la primera inyección se puede volver a realizar el tratamiento una vez hayan remitido los resultados». Sin embargo el doctor Pierre Nicolau recalca que «es importante no inyectar la toxina botulínica más de dos veces al año para evitar la formación de anticuerpos que anulen su efecto de manera definitiva, como ocurre cuando nos vacunamos».
¿A partir de qué edad se puede aplicar?
A partir de los 30 años para prevenir las arrugas, se puede utilizar bótox. Aunque lo habitual es que los pacientes acudan a las clínicas cuando ya tienen arrugas y líneas de expresión marcadas.
¿Tiene efectos secundarios?
Mucho se ha hablado de los famosos que han perdido la expresión natural de su rostro a causa del bótox. El doctor Gómez Bravo explica que «esto a menudo ocurre por un exceso en el tratamiento o por una aplicación inadecuada que produce una inclinación artificial de las cejas. Esto da lugar a un look ‘bloqueado’ en el que el paciente no puede mover las cejas y resulta en una pérdida de la expresividad facial. Otro look artificial que puede resultar de la aplicación del bótox es una ceja con un ‘pico’ con la zona central muy baja y la porción media muy elevada. También es frecuente, si no se aplica adecuadamente, la aparición de asimetrías faciales (por un mayor efecto del producto en una porción de la cara más que en otro) que pueden resultar también en caídas parciales de un párpado».
Para evitar cualquier riesgo en la aplicación de bótox todas las fuentes que hemos consultado coinciden en que es indispensable ponerse en manos de médicos expertos que trabajen en centros y clínicas de medicina estética acreditadas por la Consejería de Sanidad. El doctor Pierre Nicolau destaca que «también es importante que un médico sepa decir no a un paciente cuando éste pida cosas que vayan en contra de la estética o puedan evolucionar negativamente a lo largo del tiempo».
Los efectos del bótox duran entre 4 y 6 meses y se aprecian a partir del tercer día tras la aplicación.
¿Cuánto cuesta un tratamiento de bótox?
El precio depende de la zona a tratar. Por ejemplo en los centros Felicidad Carrera, la frente, el entrecejo y el contorno de los ojos puede costar 515 euros. En la clínica Pierre Nicolau el precio oscila entre los 100 y los 450 euros por un tratamiento completo. Y en la clínica Gómez Bravo el precio aproximado de cada sesión ronda los 200 euros.
¿Tratamientos alternativos al bótox?
El bótox sigue siendo uno de los tratamientos médico-estéticos más demandados para rejuvenecer el rostro. Pero existen otros tratamientos que pueden conseguir similares efectos, por ejemplo Leticia Carrera nos habla de Ultherapy, «un tratamiento de moda entre las celebrities, que realiza un lifting sin cirugía en una única sesión con excelentes resultados en la zona del contorno del ojo». Por su parte, el doctor Gómez Bravo nos habla del bótox permanente, «un tratamiento que consigue imitar los resultados del bótox mediante una sencilla intervención quirúrgica consiguiendo un resultado definitivo y a menudo incluso más natural».
¿Otras aplicaciones del bótox?
El doctor Pierre Nicolau nos cuenta que «la toxina botulínica se utiliza, de manera habitual y sin riesgos particulares, en niños o bebés que nacen con contracturas musculares«. Además, Leticia Carrera explica que el bótox «es muy eficaz para el tratamiento de la sudoración excesiva (hiperhidrosis), en este caso la toxina bloquea el estímulo nervioso hacia las glándulas sudoríparas, impidiendo la producción y liberación del sudor en axilas».
Información tomada de: www.mujerhoy.com[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]