Con motivo del Día Mundial de la Salud, el próximo 7 de abril de 2021, la AECEP (Asociación Española de Cirugía Estética Plástica) celebra este día recordando la finalidad terapéutica de esta disciplina al promover, mantener y restablecer la salud psicofísica y sociopsicológica de las personas, buscando mejorar su autoestima y calidad de vida a través de procedimientos médico-quirúrgicos.
Según la OMS (Organización Mundial de la Salud), la salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedad.
El bienestar, es entendido como un estado de satisfacción personal en el que consideramos adecuadas nuestras condiciones físicas y mentales tales como la salud, el éxito social y económico, el éxito profesional, el placer personal, la alegría de vivir, la armonía consigo mismo y con el entorno.
En general, la calidad de vida es la calidad percibida de la vida diaria de un individuo, es decir, una evaluación de su bienestar o falta de ella. Esto incluye todos los aspectos emocionales, sociales y físicos de la vida del individuo.
La calidad de vida relacionada con la salud, HRQoL en inglés (siglas de ‘Health-Related Quality of Life‘) es un concepto multidimensional que incluye dominios relacionados con el funcionamiento físico, mental, emocional y social. Va más allá de las medidas directas de la salud de la población, la esperanza de vida y las causas de mortalidad, y se centra en el impacto que tiene el estado de salud en la calidad de vida. Un concepto relacionado con HRQoL es el bienestar, que evalúa los aspectos positivos de la vida de una persona, como las emociones positivas y la satisfacción con la vida.
Los médicos y los funcionarios de salud pública del CDC, Centro de prevención y control de enfermedades de EEUU, utilizan la HRQoL y el bienestar para medir los efectos de las enfermedades crónicas, los tratamientos y las discapacidades a corto y largo plazo. Evalúan la HRQoL física, mental y social global a través de preguntas sobre salud en la plataforma PROMIS. En cuanto a las medidas de bienestar, valoran las evaluaciones positivas de la vida diaria de las personas, cuando se sienten muy saludables y satisfechas o contentas con la vida, la calidad de sus relaciones, sus emociones positivas, su capacidad de recuperación y la realización de su potencial.
Es en estas medidas en las que se ha encontrado una relación importante entre calidad de vida y Cirugía Plástica Estética en un estudio publicado en la revista científica de ASPS, la Sociedad Americana de Cirugía Plástica Estética. El efecto aleatorio de los encuestados que se habías sometido a este tipo de intervenciones, demostró que la calidad de vida mejoró después de la cirugía. Concretamente la mamoplastia de reducción mejoró la calidad de vida de los encuestados más que otros procedimientos en los dominios del funcionamiento social y físico.
En este sentido, el Dr. Gómez Bravo, Presidente de AECEP (Asociación Española de Cirugía Estética Plástica), ha declarado: «Los procedimientos de Cirugía Plástica Estética siempre deben ser considerados cuidados médicos, ya que mejoran el bienestar, la autoestima y la salud psicofísica de nuestros pacientes».
Por tanto, las soluciones que aportan esta disciplina suponen un aumento importante en el nivel de autoestima y positividad de las personas. Con un nivel de autoestima alto, la seguridad en uno mismo incrementa mejorando las relaciones sociales, vida sexual y éxito laboral permitiendo que la sociedad perciba nuestra verdadera identidad, lo que repercute directamente en la felicidad de la persona mejorando notablemente nuestra calidad de vida y de nuestro entorno y por ende, la salud de las personas.